jueves, 26 de abril de 2007

Como en poco tiempo mas pienso retirarme de la profesión de Gatero, (antes se nos llamaba putañeros) cosa que estoy intentando desde hace 6 años, cuando cumplí 50, y por distintos motivos no he podido concretar.
Quiero compartir mis memorias con los participantes de este ilustre foro.
Nací en el año 50 del siglo pasado, de chico fui un niño muy pajero, reconozco, si mal no recuerdo la primer paja me la hice cuando estaba en 4° grado, o sea que tenia 10 años. Mis materiales predilectos eran las revistas Radiolandia, o Labores (que mi vieja compraba) y me calentaba con las propagandas de las medias, o las de los corpiños(a veces pienso que si hubiera caído en mis manos una Paparazzi, o una Gente de las que hay en la actualidad hubiera muerto de un ataque de espermoragia)
Siempre viví en el barrio de Barracas, estudié en Avellaneda, tenía muchos amigos de Avellaneda porque por allí vivía una tía, y en las vacaciones de invierno solía quedarme en su casa.
Como era obvio en esa época debute con un gato, a los 17 años, nunca me voy a olvidar,
La mina era secretaria o recepcionista de un medico, atendía en el segundo piso de una pequeña galería sobre la Avenida Mitre, casi en diagonal a la Plaza, creo que la galería todavía está.
El lugar estaba al lado del bar Mar del Plata, que ya no esta más, ahora hay una linda confitería de 2 plantas.
La mina laburaba como loca, solamente desde las 10 de la mañana a las 4 de la tarde, y no me acuerdo si era todos los días.
La cuestión es que después de organizar con algunos compañeros del Colegio el tan esperado debut, sacamos fuerzas y nos mandamos, Armando que era habitué del lugar, hizo las veces de anfitrión y me presento con la mina.
La mina tendría unos 26 años, (para mi era una vieja chota) buen físico, peinado batido rubio platinado, duro de spray.
Tenia unas gomas espectaculares y un pavo de aquellos, se desabrocho el guardapolvo y quedo en bombacha y corpiño (si hoy se me aparece una mina así salgo corriendo), ahí no mas me salio el degeneradito que tenia adentro, y le empecé manosear las lolas, - para nene- me dice la mina, - vamos de a poco, sacate la ropa - - no, no así nomás - le digo, las pata me temblaban a mil.
bueno saca la flauta- me dice la mina, ahí no mas saco al amigo y la mina me hace sentar en la camilla, se arrodilla y comienza con un pete para el recuerdo ( era el primero), trataba de distraerme en otra cosa, contaba para atrás para no acabar a los 2 minutos, la mina me mira al rato y me dice, - porque te lo aguantas largalo- le contesto, -que no la vamos a poner-, -ah la queres poner? Bueno toma- se acostó en el borde de la camilla exhibió su almeja toda peluda, por un momento pensé en no ponerla, pero era tal la calentura que tenia que me mande con todo, creo que no habré bombeado 2 minutos y la mina ya me estaba apurando.
- la mina no te franelea, ni nada-, y el me pregunta ¿ no te chupo la pija?- si, le contesto contestar, - me la cojí, y le acabe a dentro y me parece que mucho no le gusto-, - no gil no sabes lo que e s acabarle en la boca- y eso hizo que reincidiera a los 15 días, con un resultado similar a la primera vez.
- No me puedo acodar cuanto cobraba, pero debería ser el equivalente a 20 pesos de hoy, o tal vez mas, porque costaba un huevo conseguir la guita.
- A-, me vuelve a preguntar, -¿y no le acabaste en la boca?, no boludo, le vuelvo a sí que acabe sin mucha satisfacción, cuando Salí le dije a Armando, -no vengo mas, Todo era sin forro, así nomás, un peligro, no me pesque nada porque no era para mi, tan poco fui muchas veces.
Después al tiempo me entere que un flaco de la barra se había pescado una blenorragia, y a partir de ahí, siempre encapuche al amigo.

Las Vacaciones de Invierno del año 67

Durante el periodo de vacaciones de invierno del año 67, me fui a pasar unos días como era costumbre, ahí no más cruzando el Riachuelo, a lo de mi tía, en Avellaneda.
En la planta baja del edificio donde vivía mi tía, había una panadería, yo era muy amigo del hijo del dueño, y solíamos andar de joda juntos, en esa época yo estaba desesperado por manejar, mi viejo no me prestaba el auto ni en pedo.
Buby tenia 18 años y manejaba una camioneta Dodge 61 que era una delicia, la única joda era que el viejo la usaba para hacer el reparto de la panadería y era una herramienta de laburo.
Yo lo pasaba a buscar por el negocio a las 9 de la mañana, (hora en que el chabon tenía que salir a repartir) y salíamos para hacer el reparto de prepizza y pan, que tenían en la zona de Dock Sud y la isla Maciel.
Entrábamos a la Isla Maciel por la calle Estévez y repartíamos pan en Villa Tranquila, nunca nadie nos jodia, teníamos una especie de salvoconducto, y durante el reparto nos dábamos una vuelta alrededor de (de pie señores) la cancha del DEPORTIVO SAN TELMO, donde nos deleitábamos con las chicas semi en bolas que se ofrecían a nuestro paso, y que poblaban el entorno a la cancha, a parte en esa época todo era mas manso, ahora no voy ni con el ejercito.
En uno de esos días, como siempre, nos dimos una vueltita alrededor de la cancha, y en la puerta de un ranchito justo detrás de la tribuna que da a la bajada del puente, vemos un par de pendejas que aparentaban ser de nuestra edad, Buby para, las pendejas se acercan, la que viene de mi lado se levanta el pulóver y me muestra las tetas, el amigo casi estalla, nos invitan a pasar por unos pocos mangos, yo estaba fuera de toda razón y me mande, Buby se quedo en la chata porque todavía teníamos pan para repartir y tenia miedo que se lo afanen.
La minita tendría 18 años, no mas, durita, unas tetitas paraditas hermosas, dentro del ranchito había dos viejas, que se ve que regenteaban a las chicas, con una caripela que asustaba, una de ellas me pidió la guiíta de entrada y me dio un “Velo Rosado” – que se lo ponga – le dice a la piba, - a ver si te pudre -.
Les comento que, si eso me pasa hoy el amigo desaparece y no se despierta mas, volviendo al tema, paso a un cuartito de dos por dos, la puerta era una cortina, donde había una cama mugrienta, y el único mobiliario aparte de la cama era un perchero de oficia.
A los 17 años tenes una calentura que no te para nadie, ni me saque las pilchas, me baje los lienzos, la mina me coloco el forro con la boca (una maestra), me la chupo 2 minutos, se puso en cuatro al borde de la cama (ni ella se quería acostar) y ahí apure un polvote bastante rapidito, porque afuera estaba esperando Buby, además saber que las viejas (que pesarían 100 kg cada una) estaban allí afuera no me daba ninguna tranquilidad.
Cuando salí, una de las viejas (Mike Taisson es mas lindo) me dice – volve cuando quieras, acá es seguro, nadie te va a tocar nada-, Salí y me metí en la camioneta, al toque se mando Buby y yo me quede cuidando (no se que carajo iba a cuidar, si me hubieran querido afanar se llevan hasta los calzoncillos)
Al rato sale Buby, todo el operativo no duro mas de media hora, desde esa vez no volví nunca mas, ni por curiosidad.
Al poco tiempo me puse de novio con una niña que vivía en Caballito, pero esa es otra historia.


Mas del 67

En el 67 tenia un amigo que era un maestro, era un año menor que yo, una pinta de andrajoso que ni les cuento, feo a decir basta, laburaba en Liniers en un fabrica de jaulas para pájaros.
El chabón, tenia una parla espectacular, lo conocí en una especie de feria que había en la zona de Flores, en una plaza donde se cambiaban discos (de vinilo y de pasta), el guacho me quería cagar con un disco hecho mierda de Jhonny Rivers, y al final nos hicimos grandes amigos.
De este personaje aprendí algo muy importante, Marito se llama, o se llamaba, lo ultimo que supe de el fue que vivía en Río de Janeiro en los años 70.
Lo importante que aprendí de el fue, que la pinta sirve, pero la parla es lo que cautiva alas mujeres, yo sin pecar de inmodesto, era un tipo muy pintón, pero con poca parla.
El me decía, - viste un loro espectacular con toda las plumas de color, la gente lo ve y se vuelve loca, pero si el loro es todo desplumado y habla no hay plata para pagarlo – Tenia razón, este ñato era Graduado de Universidad de la Calle.
Se había levantado una mina (que era un bombón) y necesitaba una gamba para salir, porque a la niña no la dejaban salir sola y tenia que salir siempre con una amiga, ahí pinto yo haciéndole pata.
La amiguita en cuestión era una petiza (aclaro que mido 1,80) con unas gambas de película, media feúcha de cara, pero el lomo infernal, (ubíquense en la época, todas las minas andaban en minifalda, cada quien con la mas corta) morocha, de piel muy blanca. (Por las dudas no voy a poner el nombre, le diremos la Pety).
Al principio no me gusto, me gustaba la mina de Marito, pero palabra va, palabra viene, me la termine enganchando, y me metí con pata y todo (olvídense que les cuente algo del gaterío porque por 1 año y medio abandoné esos menesteres)
Me encontraba con la Pety casi a diario por Acoyte y Rivadavia, en cualquier rincón oscurito franeleabamos a cuatro manos, nos dábamos como “Gallego a la gaita”. Me iba a mi casa con un dolor de huevos que no se pueden imaginar, al final terminaba con una paja de aquellas.
La Pety tenia una historia medio rara (para esa época), ella tenia 15 años, y la vieja de ella tenia 28, y vivía con un chabón de 26 que se dedicaba a chorear autos, ella vivía con el viejo, por Avenida la Plata a una cuadra de Rivadavia, el padre que tenia 43 años y era un tahúr (jugaba en forma profesional para terceros) tenia todos los vicios, burros, timba, pasaba quínela, organizaba garitos, etc, etc.
La mina tenia una vida de mierda, cuando el viejo se enteró que andaba con migo, la recago a palos, cuando fui a dar la cara me sacudió un casote que casi me deja knock out. La mina se fue a lo de la vieja, cuando el viejo se entero, la fue a buscar y autorizó el noviazgo.
En 1año y medio que salí con la mina, se nudo 3 veces, el viejo tenia cusas penales por juego clandestino en todos los juzgados. El viejo la perseguía continuamente, un día me agarro en la puerta de la casa y me dijo – si me entero que te la cojes, sos boleta, y mira que yo no jodo –
Así y todo me la cojí igual, y me enteré que no era virgen, pobre mina, la había violado un cuñado del padre a los 12 años, me quería morir, pero después que le tomamos el gusto le dábamos a cualquier hora.
Y cuento esta y no cuento más, porque de la Pety podría escribir varios tomos.
Un jueves, (recuerdo que era jueves, porque el viejo, iba al hipódromo de La Plata, y en LP hay carreras los Jueves) después del medio día, y debió ser en las vacaciones de Verano, porque yo estudiaba escolaridad completa, y recuerdo tenia bastante tiempo libre, por eso pienso que fue en vacaciones.
Le hago al viejo la observación a distancia, cuando lo veo tomar un taxi, me mando para el edificio, ato la moto con una cadena a un poste de alumbrado, toco timbre, y la Pety me estaba esperando, con una solerita mini y sin corpiño.
Y a dentro del departamento, comienza la franela a full, en un segundo le saco el vestido, la pongo en bolas y comienza el Jaleo.
Llevaríamos 10 minutos de garching, cuando (gracias a Dios el chabón se olvido las llaves) golpean la puerta del departamento como si la fueran a tirar abajo, la Pety me dice – mi papá-
Ahí no mas agarre mis pilchas y me mande debajo de la cama de dos plazas del viejo (aclaro que estábamos garchando en la pieza de ella) ella de mando el vestido como venia y fue a abrir la puerta.
¿Que te pasa, que estas toda colorada? Le dice el viejo (gritando mal) – nada me estaba por bañar –
le contesta, -¿a esta hora?, ¿no estarás con ese hijo de puta? Abajo hay una moto igual ala de el- le vuelve a preguntar, yo debajo de la cama pensaba que el chabón iba a escuchar los latidos de mi corazón, que parecían el bombo del Tula.
No papá hay mil motos iguales- le contesta, igual el viejo fue por todas las habitaciones, hasta entro en el baño, abrió el placard de la pieza de ella, y por ultimo entro en la pieza de el, se sentó en la cama (habrá sido un minuto, para mi fue una eternidad) y le dice a la Pety, -traeme de la latita del lavadero la guita que me fui sin plata, y el taxi me esta esperando, ¡dale que pierdo el tren!- se cambia los zapatos, volvió a mirar en el placard de el, y se fue, creo que no muy convencido.
Cuando la Pety lo ve subir al taxi desde el balcón, salgo de debajo de la cama, la Pety tenia ganas de seguir, yo me vestí, y me las tome, se me habían ido las ganas de cojer por completo. Hay mas pero este fue mi primer golpe duro, Continuará…..



Capitulo 3

Mi jefe en el primer laburo.

Como no voy a contar todo en forma cronológica, a medida que eme acuerde voy a ir relatando los hechos, que me parecieron de mayor interés, sin seguir una escala de tiempo, ahora voy a contar algo a cerca de mi primer jefe.
Mi primer laburo lo conseguí a poco de comenzar los estudios universitarios, cuando terminaba 2° año la guita que me pasaba mi viejo no me alcanzaba para la joda y el auto.
Comencé a trabajar en una empresa multinacional (no voy a poner el rubro para no mandar en cana a nadie) que proveía de insumos a las principales automotrices del país.
Mi jefe, el gerente de ventas, era un gordo, putañero como pocos, y del plantel de vendedores se escapaban de la regla solo 2 o a lo sumo 3 tipos, los demás éramos todos bien putañeros.
El Gordo, (así nos vamos a referir a este buen señor de aquí en mas, que es capaz de estar vivo todavía) era el organizador de fiestas negras, ( partuzas) las que compartía con los compradores de las empresas con las que trabajábamos, y el vendedor correspondiente.
En una oportunidad, comienzo un negocio con un comprador de la empresa del ovalo, y el Gordo me adelanto como venia la mano, organizo una salida con el ñato y nosotros dos en la boite Mau Mau, ¡el paraíso del Gato!, quede maravillado cuando pisé ese lugar, ¡que nivel! Un ambiente de lujo, ahí no mas a un paso del Centro.
El Gordo había contratado tres señoritas, una mejor que la otra, después de danzar y darle al Jhonny Walker etiqueta negra como si fuera coca cola, hasta las 3 de la matina, nos fuimos a un derpa, que alquilaba la empresa, en Av. Callao casi esquina Pacheco de Melo.
El piso era algo espectacular, en el living podías jugar un picado, un bar imponente, con un grabador Akai cinta abierta 16 pistas, que me impactó más que las minas.
Los dos chabones, el gordo y el comprador, tenían un pedo que ni se mantenían parados, como yo no estaba acostumbrado a tomar, siempre mantuve mi línea, no tome mas que una medida y estaba de lo más sobrio.
Los 6 en pelotas en el departamento, las minas un lomo de aquellos (hoy serán abuelitas), el Gordo daba asco verlo en bolas, el comprador ni hablemos, y yo con 20 años era Gardel, besos no se permitían, pete, todo el que quieras, bajar al pesebre de un gato, ¡Dios no permita! Garching por todos lados.
El Gordo no cojió, el amigo lo traicionó, el comprador franeleó un poco y palmó, a la hora de haber comenzado la fiesta los dos ñatos dormían como angelitos, y yo manteniendo bien alto el honor de la empresa me hice cargo de las tres señoritas.
La guachas se ensañaron con migo, me tiraban la goma de a dos, la que quedaba libre, le chupaba las tetas a alguna de las otras, se mandaban los dedo por todos lados.
En un momento me prendí con el garching a full con una ( la que mas me gustaba) y me agarró otra por detrás y comenzó a chuparme desde las bolas hasta el orto, cuando acabe, quede tendido es un sillón, las guachas no me dieron respiro, la misma que me estaba cojiendo, agarró al amigo (ya moribundo) se lo metió en la boca hasta que lo despertó de nuevo.
Después si, para el segundo me la pase metiendo al amigo en todos los agujeros posibles,
Había, una (que me pareció bastante veterana) que se metió tanto los dedos en el ogt que le entraba como por un tubo, ¿que mas les puedo contar? escribo y se me erecta el amigo de solo recordar esos tiempos.
A eso de las 6 de la mañana la minas me dicen que se tienen que ir, las despacho, me doy una ducha, y me tire un rato en una de las habitaciones, hasta mas o menos las 10, me vestí e intente despertar a los dos angelitos, el comprador se ducho, se empilcho y rajo como rata por tirante, el Gordo me dice – pibe hoy jugaste en primera, anda a la oficina, y avisale a XXX que voy a aparecer recién mañana, que ya sabe donde encontrarme, si queres tomate la tarde libre-
Pensaba yo en esos días, esto es una maravilla, pegue el mejor laburo del mundo, encima cobraba buena guita, mas comisiones.
El Gordo tenía razón, había debutado en primera. Continuará…..