martes, 15 de julio de 2008

Autobiografia de Abryl

Hoy cumplí 33 años, soy Marina, todos me conocen como Marina “la tana”, aunque de italiana no tengo nada, mi ascendencia es completamente española.
Los que me conocen dirán que soy una tipa completamente desprejuiciada, que fui una niña mal criada, y que me dedico a vivir de una forma libertina y fácil.
En parte tienen razón, soy la menor de cuatro hermanos varones, mi hermano mayor me lleva 20 años, y el menor 13, le llegue a mis padres como caída del cielo, cuando pensaban que ya no tendrían más hijos, y bueno, acá estoy.
Como se imaginaran fui, soy, y seré una malcriada caprichosa, siempre se hacen las cosas como yo digo, por ser la menor y en esas condiciones, siempre hice y deshice a mi antojo, es como que agarre a mis viejos con el caballo cansado.
Mi familia siempre tubo un muy buen pasar económico, y me dieron todos los gustos, fui a los mejores colegios, me recibí de Licenciada en Comercio exterior a los 23 años, egresé de la UADE, pero nunca trabajé en mi profesión.
Desde los 12 años mi cuerpo fue objeto de admiración, ya que me desarrolle a muy temprana edad, no había terminado la primaria y tenia unos pechos que llamaban la atención de todo el mundo.
Mi altura y mis formas hicieron que a los 15 años, me persiguieran muchachos de más de 20, mi cuerpo a esa edad parecía el de una mujer voluptuosa y estilizada a la vez.
La edad de mis padres, y el advenimiento de la democracia me dieron ciertas libertades poco usuales, a los 15 años una amiga me llevo a Tramps, una disco de la época donde concurría casi todo el Jet Set de Buenos Aires, allí conocí a un muchacho de 25 años con el que tuve mi primer relación sexual.
Si bien ya había tenido varios noviecitos, nunca habíamos pasado del manoseo o algún intento de penetración no concretado.
Con Diego….si Diego se llamaba, la cosa fue distinta, el ya tenia experiencia y supo ponerme en clima rápidamente, de todos modos soy de ponerme en tema bastante ligero cuando mi partenér sabe hacer su trabajo.
Y bueno Diego me saco de la disco, me llevo a un hotel alojamiento que estaba en las proximidades y me mostró en un par de horas todas las bondades del sexo bien entendido, no abundaré en detalles ya que lo recuerdo como algo muy bonito y me reservo para mi.
Fue muy dulce, y supo hacerme el amor, me transportó, me llevo de la tierra al cielo y del cielo a la tierra en mas de tres oportunidades, en esa misma noche.
Lo dramático fue cuando al otro día “el Tano” (mi papá) se enteró que había concurrido a esa disco, sin imaginarse lo que había pasado con Diego, igual me quería matar, y me prohibió salir con Vane, que tenia 19 años y consideraba que era un mal ejemplo para mi.
De todos modos yo me las arreglaba para ver a Diego sin que mis viejos supieran, de tanto en tanto salía con otras amigas y después nos encontrábamos con Vane.
Por suerte nunca tuve problemas con el estudio, jamás me maté estudiando y siempre tuve buenas notas, fue algo que no me costó para nada.
Dado mi éxito en el estudio, mis padres no podían privarme de lo que mas me gustaba, que era salir a bailar, y bailar era realmente lo que más disfrutaba, y sigo disfrutando.
De modo tal que fui a aprender danzas Árabes, mi facilidad para la danza me llevo hasta a realizar presentaciones casi profesionales, con la profesora y el grupo de alumnas.
A los 18 años me contrataron de un conocido restaurante Árabe para hacer 2 shows por noche los viernes y sábados, ni les cuento como me divertía con los señores que me colocaban billetes en la cintura, cuando hacia la danza del vientre, mas de uno quedaba shokeado, y ni les cuento cuando meneaba mis 120 centímetros de busto, parecía como que el corpiño iba a estallar.
La condición con la que mis padres y hermanos me dejaban hacer ese trabajo era mientras no dejara de estudiar, mis días transcurrían entre la danza y el estudio, las disco y el sexo con cuanto muchacho apuesto se me presentara. Todavía no había encontrado a nadie que gustara como para concretar algo serio.
Vane había conseguido presentarse en un casting y comenzó a trabajar en televisión como secretaria de un prestigioso animador y empresario, a todo esto yo seguía con mi estudio y mi trabajo que me dejaba unos buenos dividendos.
Un día mi hermano mayor trajo a la casa de mis padres a Sergio, era un amigo de la adolescencia ya consolidado como Medico Cirujano, lo trajo para que revisara a mi papa que tenia una dolencia de columna vertebral.
Inmediatamente vinieron a mi mente recuerdos de cuando tenia siete u ocho años y ellos estaban terminando sus estudios en la Facultad de Medicina, recordé lo triste que me había puesto cuando me enteré que Sergio se casaba.
Con Sergio tenia a esa edad como una especie de enamoramiento, era algo imposible inalcanzable, ¡era tan grande! y ahora lo tenía ahí, asombrado de mis cambios, asombrado de verme toda una mujer, y se le notaba.
No tardé en desplegar mi telaraña ni un instante, por más que fuera casado tenia que caer en mi red.
Fue así que después que revisara a papá, me le acerque para que me cuente su vida. Mientras me hablaba, lo observaba y no me cansaba de pensar en lo bien que estaba y de cómo me excitaba estando a su lado.
Se lo hice notar en mas de una oportunidad, en un momento me dice,- “pensar que te tuve en brazos a vos, ¡que crecida estas!” – y para que no quedaran dudas le respondí, -“¿no te gustaría tenerme de nuevo en tus brazos?”-
Pobre, creo que se puso morado de la vergüenza, pero no se achicó, y evadió con una broma a cerca de mi físico.
Para que no se escape lo invité para que viniese a ver uno de mis Shows en el Restaurante Árabe, a lo que el aceptó gustoso.
Con la excusa de la dolencia de papá, Sergio venia a casa cada tres o cuatro días, y yo lo acosaba cada vez más, hasta que conseguí que viniese a ver uno de mis espectáculos.
La noche del show vino sin su esposa, lo acompañaba mi hermano Carlos, con su mujer y un amigo común a ambos. Ese baile fue inolvidable, desplegué todos mis encantos en la pista, la primer salida fue para poner al publico en clima y en la segunda los que asistieron esa noche, creo que jamás la podrán olvidar, fue mi interpretación cumbre, el publico masculino aplaudía de pie, algunas mujeres también, otras sencillamente no podían cerrar sus bocas.
Sergio, estaba atrapado en mi red, no tenia salida, cuando termino la sena, me las arregle para que Sergio me llevara a casa, obviamente nunca llegamos, nos metimos en un hotel de Palermo y pasamos la noche juntos.
Los besos que le di en el auto mientras manejaba rumbo al hotel no tienen nombre, le comí los labios una y otra vez, una vez en la habitación me quite la ropa y expuse mi voluptuoso cuerpo para que Sergio se deleitara antes de pasar a la acción.
Era la primera vez que iba a tener sexo con alguien 20 años mayor que yo, pero mi grado de excitación era tal que no me dejaba pensar en nada.
Mientras el se desvestía yo me metí en la ducha, al instante se metió con migo y comenzamos a enjabonarnos el uno al otro, sentía como sus manos recorrían mi cuerpo resbalando ayudadas por la espuma del jabón.
Parecía un pulpo, no dejó un solo lugar de mi cuerpo sin acariciar, mientras tanto yo hacia lo mío, frotaba con insistencia ese tremendo aguijón que salía de entre sus piernas.
Tenia un miembro duro, caliente, completamente erecto, amenazante, no me cansaba de manosearlo y frotarlo, hasta que no pude mas y ahí mismo en la ducha lo lleve a mi boca tratando inútilmente de engullirlo, mientras el agua de la ducha caía sobre mi cabeza y sus manos me tomaban de los cabellos.
Nos secamos, y aun mas excitados nos acostamos en la cama, inmediatamente comenzó a besar todo mi cuerpo, mis pechos lo entretuvieron bastante, pero al poco tiempo con suavidad extrema, separa mis piernas y posa su boca sobre mi clítoris comenzando a lamerlo en forma suave, y succionándolo suavemente me regala un orgasmo como jamás había experimentado.
Sin dejar de excitarme volví a tomar su pene con mis manos y lo lleve a mi boca dándole suaves lamidas y succionándolo profundamente, sentía el gusto de su jugo saliendo por la punta y eso mas me excitaba, lo tenia casi a punto, Sergio había caído en mi red y difícilmente podría liberarse.
Mientras el se entretenía saboreando mi entrepierna empapada por el placer que me brindaba su boca, yo hacia lo mío con su miembro, de pronto ciento como el cuerpo de Sergio se contrae en una especie de espasmo, se queda quieto un instante y comienzo a sentir como descarga su néctar en mi boca. Por primera vez siento ese sabor extraño y dulzón que tiene el semen, invadiendo mis fauces y corriendo por mis labios, (el solo recordarlo me excita, mientras escribo me estoy mojando) es allí donde estallo en otro indescriptible orgasmo y grito de placer.
Quedamos tendidos en la cama, el exhausto y yo muerta de ganas de sentir dentro mío ese increíble falo, que poco a poco se iba desvaneciendo, aun con mi boca chorreando semen, proseguí con la succión para evitar que se desvanezca por completo el miembro de Sergio, mientras tanto el se entregaba a mi juego.
A merced mía, estuvo unos minutos hasta que su miembro viril comenzó nuevamente a elevarse como el ave fénix resurgiendo de las cenizas.
No bien tomo la consistencia suficiente, con absoluta suavidad lo introdujo en mi vagina hasta lo más profundo, y continúo con interminables vaivenes haciéndome sentir toda su carne desde la punta hasta lo más recóndito de mí ser.
Fue allí donde me entregué a su desenfreno, mientras me penetraba acariciaba mis pechos pasando desde lo suave a lo violento, me besaba apasionadamente sin dejar de moverse una y otra vez, me penetro de todas las formas imaginables, perdí la cuenta de los orgasmos alcanzados, si el mundo hubiera parado de girar ni me habría dado cuenta.
En un momento quedé boca abajo, retiró su pene de la vagina, separó mis nalgas con sus manos y con su lengua comenzó a penetrar suavemente mi orificio anal, el cosquilleo y la sensación de placer que experimentaba me transportaron a una especie de estado de inconciencia.
Su lengua lentamente dilataba y se perdía dentro de mi cola, de pronto ciento que introduce un dedo, era tal el placer que no me importaba nada, ayudado por la saliva jugando con mi ano introduce otro dedo, mientras su lengua recorría mojando todo mi orificio. De pronto siento que apoya sobre mi pequeño agujero la cabeza de su pene, por un momento pensé en escapar, no podía imaginarme que semejante cosa pudiera ingresar por ahí.
El placer era enorme, estaba entregada, poco a poco y con movimientos cada vez mas violentos su pene ingresaba en mi, en un momento sentí una inmensa puntada y un fuerte dolor, pensé que me desgarraba el esfínter, grité, y durante ese grito apagado sentí como ingresaba su falo dentro mío, y lo que había sido dolor se iba transformando en un placer indescriptible.
A poco de penetrarme, me volvió a lubricar con su saliva y su pene entraba y salía con absoluta facilidad llevándome a los confines mas sublimes del universo. Seguía yo tan inmersa en mi placer que lo dejaba hacer total libertad.
Penetró tantas veces mi ano que pesé que no iba a poder sentarme por días, hasta que descargo su arsenal de semen sobre mis pechos y volvió a penetrarme por el ano, pero de frente, mientras nos fundíamos en un interminable beso, y nuestros pechos empapados por su néctar se frotaban con descaro.
Se puede decir, que esta era la primera vez que hacia el amor en serio, solo había visto estas cosas en películas pornográficas y pensaba que esas cosas eran aberraciones y que no podían generar placer, ¡que equivocada estaba!. Pero en realidad sabía que pocas mujeres a los 19 años habían pasado por esta sublime experiencia.
Sergio quedo flechado, nos veíamos a diario, y casi a diario buscábamos hacer el amor donde sea.
Sergio comenzó a tener problemas con su mujer, terminó divorciándose, mis padres se enteraron de nuestra relación, se desató un conflicto que no quiero ni recordarlo, fue tremendo todo lo que pasó.
Mi hermano se enemistó con Sergio, mis padres me querían matar, al final el se divorció de su mujer y con el consentimiento de mi padre, porque tenia recién 20 años me casé con el.
Uno de los más grandes errores que cometí en la vida fue haberme casado a esa edad. Después de todo el escándalo que produjo nuestra relación, el haber desecho una familia, haber sido la causal de la ruptura de una amistad de años entre mi hermano y Sergio, reconozco mi grave error.
Durante nuestra luna de miel en Aruba, mientras Sergio descansaba después del almuerzo yo me la pasaba seduciendo a uno de los guardavidas de la pileta del hotel.
Sergio notó algo raro y de los quince días que teníamos planeados de luna de miel pasamos solo 5, casi de los pelos me llevó ante mi papá, pero se mostró comprensivo, entendió que había etapas de la vida que me faltaban superar y fue permisivo con migo, me dejó seguir saliendo con amigas, ir a bailar de vez en cuando, hasta me iba a buscar a la salida de los boliches, casi como un padre. Mientras tanto yo, terminaba de rendir las últimas materias en la UADE y buscaba en que ocupar mi tiempo libre.
Sergio había comprado un hermoso departamento justo a la vuelta de mi casa paterna, en Palermo, para que estuviera cerca de papá y mamá, y me había regalado un Peugeot 205 para que no anduviera paseando mi curvilínea figura por las calles.
Dos meses antes de cumplir los 23 me recibí, y en vano traté varios meses de buscar trabajo en mi profesión.
A todo esto Vane ya era bastante conocida en el ambiente televisivo y me ofreció presentarme en un casting, asistí, fui elegida entre las mas de 20 postulantes, pero tuve que hacer algunas concesiones al productor del programa, entiéndase favores sexuales, en mi afán por conseguir el trabajo me tuve que acostar un par de veces con el hombre.
No llegué a debutar en el programa ya que cuando Sergio se enteró me quiso matar, y volvió a desatarse un escándalo de descomunal magnitud.
Un día regresaba de llevar a Sergio al consultorio que tenia en Olivos, y comienza a fallar el encendido del auto, a duras penas llegue a un taller mecánico en la zona de Vicente López, no bien paro el auto se me vienen como moscas a la miel los dos mecánicos, uno de ellos era un apuesto muchacho de unos 30 años, corpulento con los bíceps bien marcados, el mameluco desabrochado casi hasta la cintura, por donde uno podía observar un abdomen plano y unos pectorales de físico culturista.
Mientras les comentaba mi problema, no le podía sacar los ojos de encima al mas Joven, el ni lerdo ni perezoso, se dio cuenta de mi actitud y comenzó a darme las explicaciones, que poco me interesaron, la cuestión es que el auto tubo que quedar en el taller hasta el otro día, y tenia que volverme a pie, fue entonces que Gabriel, se ofreció amablemente a llevarme hasta casa en un auto del taller.
Durante ese viaje de no más de diez minutos, me contó su vida, quedé maravillada con su personalidad y me moría por volver al taller al otro día para verlo.
Cuando me entregaron el coche, salí a probarlo con Gabi, durante vuelta de prueba se animó y me invitó a tomar algo. Esa misma tarde terminamos haciendo el amor en un hotel de los lagos de Palermo.
Lo nuestro había sido amor a primera vista, era una relación salvaje, en cada encuentro nos arrancábamos la piel, se tornó tan enfermizo lo muestro que Gabi esperaba a que Sergio saliera de casa para que yo lo haga pasar, el hombre no disponía de mucho dinero y se le hacia demasiado onerosos ir en cada salida a un hotel.
Y pasó lo que tenia que pasar, lo que siempre pasa en estos casos, Sergio se olvidó los estudios de un paciente y regresó al departamento a la media hora de haber salido, como tenia sus llaves ingresó sin problemas a la casa, si no fuera por mis gemidos quizás no se hubiera enterado, la cosa es que se apareció en el dormitorio y no pronuncio ni una palabra, Gabi tomo su ropa y se fue como escapando de un incendio, Sergio ni le habló, Gabi era demasiado grande para intentar pegarle, yo intente explicarle estuvo unos segundos callado, y cuando me tubo cerca el golpe estallo sobre mi cara como un martillazo, fue tal el golpe que me rompió dos dientes.
Se imaginaran el escándalo posterior, quedamos ambos con tal resentimiento, el por el engaño y yo por el golpe, que es al día de hoy que todavía no me dio el divorcio y sigue el juicio por los bienes.
Literalmente quedé en la calle, no quería volver a casa de mis padres pero no tenia otra alternativa, me llevé mis cosas y regrese a mi casa de soltera.
El departamento sigue alquilado y el dinero de la renta esta en una cuenta en el banco, hasta que concluya el juicio, y yo desde hace diez años que no puedo, ni quiero tener ningún bien a nombre mío.
Para olvidarme de todo lo ocurrido, intente sin éxito ubicarme por intermedio de Vane en algún programa de televisión, lo único que conseguí fueron contactos y tipos que se acostaron con migo para darme a cambio una entrevista para un casting, y de trabajo nada.
Corría el verano del 98 y Vane me invita a pasar unos días en Brasil con unos amigos, los amigos de Vane eran dos chicos bastante adinerados que nos llevaban a cambio de compañía y sexo, al no tener otra cosa para subsistir acepté la invitación.
Salimos a mediados de enero con rumbo a Meceió en el nordeste Brasilero.
Viajamos Vane, Martín, que era un joven empresario de una afamada marca de indumentaria, Pablo, hijo de un muy influyente político, Gustavo, intimo amigo de Pablo, y yo. Al llegar a Maceio nos instalamos en el hotel Jatiuca, Vane y yo compartíamos la habitación, solo de día ya que de noche Vane se la pasaba encerrada con Martín y yo con los otros dos.
Pegué onda con Gustavo de entrada, Pablo quedó medio descolgado, yo estaba dispuesta a tener sexo con los dos pero Pablo era muy respetuoso de su amigo y se la pasó durmiendo en el hall del Hotel.
A la semana de estar en Brasil ya me había cansado de la rutina, los chicos eran bastante aburridos, y una noche los persuadí para que buscáramos un boliche donde pudiéramos bailar y divertirnos.
En Mauna Praia aparecimos a eso de las 12 de la noche, el calor, el sonido de la música y el ritmo de la batucada invitaba a danzar a cualquiera, mi cuerpo se movía al son de los tambores y al ritmo del zamba. Fue imposible que pasara desapercibida y menos con ropa de verano, después de la cuarta caipiriña estaba de lo más entonada y bailando en una nube, sin pensar en lo que había a mí al rededor.
Los chicos lo único que hacían era beber y nada mas, al promediar la noche se me acerca un fornido señor de unos 35 o 40 años, un poco mas grande que mis acompañantes, me hablaba en Portugués muy suavemente, me invito un trago, bailamos juntos bastante tiempo, me llevo a un reservado y se maravillo con mis pechos y mi cuerpo, me invitó a su casa, y accedí sin medir las consecuencias.
Salimos de la Disco, nos subimos en un Mercedes descapotable y viajamos hasta la Barra de San Miguel, una zona exclusiva de lujosas casas sobre la playa.
Casi al amanecer sobre la arena de la playa privada de la casa de Aldahir, hicimos el amor revolcándonos en los medanos. Tanto alcohol tenia encima que no sabría decir si lo disfruté o no, creo que Aldahir si porque me invitó a quedarme.
Al día siguiente, ya repuesta de la borrachera y con un indescriptible dolor de cabeza, me desperté en una habitación como las de las películas, con cortinados en forma de velos multicolor, extremadamente amplia y con muebles de caña.
Aldahir estaba a mi lado, nos despertó una mulata un poco gordita con una bandeja de frutas y jugos, recién ahí empezaba a comprendes algunas cosas.
Me quedé con Aldahir todo el día, nadamos desnudos en la piscina, comimos langosta hicimos el amor no se cuantas veces, me pidió que me quedara, le dije que mis amigos se preocuparían si no regresaba, que no tenia ropa mas que la puesta.
Me llevó la zona céntrica y me compró un vestuario completo, en realidad no sabía como volver, no tenia dinero, y la estaba pasando tan bien, que me quedé.
Transcurrían los días en ese paraíso de forma tal que perdí la noción del tiempo, quizás fue la cocaína, el alcohol o ambas cosas, quizás el sexo en cualquier momento, no se, perdí toda referencia.
Mientras tanto, se hacia la fecha para el regreso y Vane con sus amigos se comenzaron a desesperar, Gustavo se había enamorado perdidamente de mi y no quería dejarme. Junto a Pablo averiguaron quien era el tipo con el que me había ido y salieron a buscarme en un auto alquilado, Pablo manejaba, ya que rea muy buen piloto, solía correr en TC 2000. En el camino a barra de San Miguel, tuvieron un accidente, chocaron de frente contra un camión tanque, Gustavo quedó muy mal herido. Estuvo 3 días internado y falleció a causa de las lesiones recibidas en el choque, Pablo salió ileso.
Aquí hay una parte de la historia de la cual no fui participe, pero involucra toda mi vida actual. Parece ser que Gustavo antes de morir le dijo a Pablo que se hiciera cargo de mi, que iba por mal camino, e iba a terminar mal, que le prometiera que no me iba a dejar sola por nada y que me acompañaría de por vida.
Pablo quedó destruido, jamás fue la misma persona después del accidente, es el día de hoy que carga con la culpa de la muerte de su amigo.
Yo me enteré por televisión del accidente que habían tenido unos Argentinos, cuado supe que eran Gustavo y Pablo no lo podía creer, Aldahir me llevó a hospital y allí me reencontré con Vane y los chicos.
Cuando murió Gustavo, Pablo me hizo responsable a mí de todo lo que había pasado, me dijo de todo, y cuando digo de todo, fue de todo.
Me insulto a mas no poder, y regresamos a Buenos Aires, a los tres días repatriaron los restos de Gustavo, fue un verdadero drama.
En el velorio de Gustavo, que fue simbólico, ya que al poco de llegar sus restos al país fue sepultado dado el tiempo que llevaba de fallecido. Pablo me abraso, me pido perdón y me prometió que cuidaría de mí el resto de su vida.
Pensé que era una cuestión de momento y con el transcurrir del tiempo se olvidaría, la cosa fue que día tras día venia a verme a mi casa y no hacia mas que preocuparse por mi vida, tal es así que en Abril del 98, mis padres tuvieron que vender el departamento a causa de la quiebra de una empresa familiar, y me exigió que me fuera vivir con el.
Un poco la necesidad, otro poco la culpa de ver a Pablo como un muerto en vida, me fui a vivir con el, lo atendí como una esposa, fui un ama de casa perfecta, me comporté como una señora, compramos un perro, tenia que cambiar mi forma de vivir.
Le cocinaba, al medio día y a la noche, atendía su ropa, mientras el manejaba un negocio de venta de autos usados y dos gimnasios.
No tuvimos sexo por mas de dos meses, yo vivía con el, pero jamás se animó a tocarme una mano. Una noche regresó cansado del gimnasio y le prepare un baño de inmersión, no bien ingresó en la bañera le comencé a hacer unos masajes con jabón sobre los hombros, enjabone todo su cuerpo y al notarlo visiblemente excitado, me quite la ropa y me metí con el en la bañera.
Le entregué mi cuerpo en forma de agradecimiento por lo que hacia por mi, el se dejó llevar y hasta creo que lo disfruto, yo en cambio lo hice automáticamente, solo sentía lastima y quería recompensarlo de la forma que mejor sabia hacerlo.
Después tuvimos una gran charla, ya que se sentía con más culpa que antes, pero gracias a la terapia poco a poco lo va superando.
Pablo no es un hombre con mucha experiencia sexual, mas bien es tímido, conservador, recatado y extremadamente tolerante con migo. Tal es así que mi vida se tornaba cada vez mas aburrida, me levantaba tarde, sacaba a pasear el perro por las barrancas de Belgrano, vivimos a 3 cuadras, hacia algunas compras, preparaba la comida y cada día era un calco del anterior.
Los primeros meses, me sirvieron para desintoxicarme de tanto desenfreno, hasta lo disfruté, pero dejar la noche, dejar de comprarme ropa de maraca y de ultima moda, dejar los shows, todo eso comenzó a frustrarme.
Pablo no me hacia faltar nada, pero antes yo manejaba mi dinero y hacia y deshacía a mi antojo, ahora me encontraba acotada, y mi intención era tener un poco mas de libertad. Para mitigar mi aburrimiento, Pablo me instaló un local de venta de ropa femenina en lo que era uno de los gimnasios, pero no lograba sacarme de mi aburrimiento.
Me seguía viendo con Vane y con muchas de las chicas con las que recorríamos los canales de televisión en busca de un minuto de fama.
Vane para esos días publicaba sus fotos en una pagina de Internet ofreciendo sus servicios sexuales, y me contaba que atendía a 3 o 4 clientes por día, y con una hora de sexo juntaba el equivalente a 150 dólares, o pesos dólar, como era en el 98.
Yo nunca había tenido sexo a cambio de dinero, pero si me había acostado con desconocidos a cambio de favores y viajes de placer varias veces.
Vane tenia su departamento en Barrio Norte, un semi piso de lo mas paquete, y en el recibía generalmente hombres mayores, empresarios y muchos jugadores de fútbol.
Cuando me contó lo que recaudaba por mes no lo podía creer, era una fortuna para mi, Pablo me dejaba 50 pesos por día para las compras, y si me sobraba algo lo guardaba para comprarme alguna ropa o un perfume, que son mi debilidad.
Vane tenia una pareja estable, un hombre de unos 50 años, que conocía perfectamente su actividad, y la consentía. Vivian juntos de a ratos ya que el hombre tenia una familia constituida por otro lado, igual de todos modos la ayudaba con bastante dinero.
El hecho de que Pablo y Vane se conocieran hizo que las parejas empezáramos a frecuentarnos mas a menudo, a veces nosotros íbamos de visita a lo de Vane y Enrique, otras venían ellos a casa, y así cada tanto en el balcón terraza de nuestro departamento organizábamos algún asado, generalmente los sábados por la noche.
El calor de diciembre del 98 fue casi insoportable, habíamos organizado las dos parejas para la noche de un sábado un asado en casa, desde el jueves anterior me la pasé preparando las cosas para que pudiéramos pasar una velada agradable.
Ese mismo sábado, me llama Vane por teléfono, me pide que la pase a buscar por la casa ya que Enrique se había llevado el auto y vendría directamente a las 9 de la noche para comer el asado.
Los sábados para Pablo eran los días de mayor actividad, y solía regresar a casa después de las 20 horas, así que me dejo el auto y me fui a buscar a Vane. Ni bien nos encontramos me propone hacer un trabajito, si de esta forma lo dijo, trabajito.
Curiosa le pregunte de que se trataba, me explico que necesitaban una chica mas, ya que con otra amiga que publicaba en la misma pagina de Internet habían enganchado a tres flacos que les ofician 500 pesos a cada una por llevarlas a navegar en un crucero por el Tigre y tener una tarde de sexo a full.
Me había tentado la oferta, para juntar 500, con lo que me daba Pablo podía tardar un año, le pedí que me aclare mejor las cosas.
La cuestión era así, nos embarcábamos en el Tigre a eso de las tres de la tarde, navegábamos tomábamos sol, teníamos sexo con los chicos y a las 19 horas regresábamos al Tigre, y estábamos justo antes de las 21 para comer el asado.
Me sonaba lógica la propuesta, lo llamé a Pablo le avisé que salíamos a hacer compras por el Tigre con Vane y que llegaríamos cuando esté todo listo.
Puntualmente a las 15 horas estábamos en el puerto de Tigre, ya habíamos estacionado el auto en una playa de estacionamiento segura, y al instante nos encontramos con los chicos que nos habían contratado. Vane inmediatamente les pidió el dinero, yo me moría de vergüenza, tomo la plata y autorizó la zarpada del crucero.
Todo se desarrollaba con absoluta tranquilidad, los chicos nos fueron eligiendo de acuerdo a la onda que íbamos pegando, mientras tanto Jimena, la amiga de Vane, comenzó a seducir al comandante del crucero.
Mientras la nave se alejaba del puerto nos íbamos despojando de las pocas vestiduras que traíamos puestas, quedamos en bi kini tomando sol y bebiendo cerveza, cuando el barco alcanzó una distancia mas que considerable, y ya no veíamos la costa, comenzamos por quitarnos primero el corpiño de la malla hasta quedar al poco rato completamente desnudas.
Con el barco anclado en medio del río, comenzamos con los juegos sexuales, los chicos estaban bastante excitados y con bastante alcohol encima, a mi primero me toco uno bastante joven, creo que no tenia mas de 20 años, a los dos minutos de comenzar a succionarle el pene, descargo en mi boca toda su esencia, quedo exhausto y tirado en la cubierta tomando sol. Por un momento pensé que fácil había resultado todo, pero Vane me pidió que la ayudara con su pareja, que era un joven de unos 25 años y entre las dos lo haríamos acabar mas fácilmente, así fue este se corrió en menos de 5 minutos.
Jimena estaba encerrada en la cabina del barco con el comandante y no daban señales de vida, Vane y yo nos tiramos al sol esperando a que reaccionen los chicos.
Casi después de una hora el mas chico, se levanta de su letargo y era tal la borrachera que tenia que entre Vane y yo no podíamos hacerle levantar el pene, en eso reacciona el otro, que estaba en un estado similar, y abre un compartimiento que estaba debajo de unos almohadones en la punta del barco, saca 2 ravioles de cocaína y nos ofrece a mi y a Vane, yo lo agarré hice un bollo y lo tire al río, Vane hizo lo mismo, yo tenia recuerdos muy frescos de lo que me había pasado la ultima vez que había consumido y preferí no tentarme.
Los chicos se drogaron sin ningún tipo de pudor, y a los pocos minutos estaban dando guerra nuevamente, la falta de experiencia de los muchachos simplifico nuestra tarea y a los pocos minutos los habíamos reducido nuevamente.
La tarde venia demasiado soleada y nuestras pertenencias estaban en la cabina, así que le pedimos a Jimena que abra la puerta y nos pase los bolsos donde teníamos el bronceador y el pago de nuestro servicio. Cuando Jimena nos alcanzó los bolsos, la notamos totalmente drogada, lo mismo que a su acompañante, que de mal modo cerro la puerta y nos grito que no los molestáramos mas.
Nos colocamos la bombacha de la malla, nos untamos en bronceador y nos relajamos tomado sol.
Nuestra tranquilidad comenzó a alterarse cuando veíamos que el tiempo transcurría y el viaje no terminaba, ya eran las 19 y en la práctica debíamos estar en el puerto de Tigre a esa hora.
Comenzamos a golpear la puerta de la cabina, de adentro lo único que escuchábamos eran insultos de Jimena y de su acompañante para nosotras, la desesperación comenzó a invadirme cuando empezó a caer la noche.
Le pedí a los chicos que nos llevaran a puerto, ninguno de los dos sabían como manejar el barco, mi desesperación aumentaba minuto a minuto, todo estaba tan oscuro que no veíamos por donde caminar, siendo las 9 de la noche mi estado de nervios era tal que volvía intentar tirar la puerta abajo, se supliqué a Jimena para que abra, después de varios intentos abrió la puerta, entre el alcohol y la droga Jimena no sabia ni quien era, su acompañante yacía desplomado sobre la cama como si estuviera muerto.
Nos dimos cuenta con Vane que estábamos metidas en un tremendo lío, a duras penas con una linterna ubicamos unas bengalas y comenzamos a hacer señas, cuando ya pensábamos que teníamos que pasar la noche en el río, sentimos el ruido de un motor.
Era una especie de canoa con un motor, el tripulante pregunto que nos pasaba, porque no usábamos el canal de emergencia de la radio, tuvimos que explicarle que el único que tenia permiso para manejar el yate estaba completamente drogado en la cabina y si venia “Prefectura” la cosa iba hacer peor.
Le rogamos que nos lleve hasta el puerto de Tigre, fue ahí cuando comencé a comprender la gravedad de la situación, -“señorita estamos en el medio de la desembocadura del Paraná, con esta lancha tardaríamos mas de 3 horas en llegar, además no tengo matricula”- le rogué que por favor nos saque del barco como sea, nos pusimos los salvavidas, tomamos los bolsos y nos llevó hasta un parador que estaba a casi una hora de navegación.
En el parador todavía no teníamos señal de celular, eso nos hizo presumir que estábamos lejísimos, como a las 11 de la noche llegó una lancha que el lugareño había ido a buscar y nos llevo hasta un paraje llamado Villa la Ñata, que se encuentra pasando Tigre, no podía llevarnos al puerto de Tigre por temor a la Prefectura Naval.
El buen hombre nos indicó donde tomar un colectivo que nos dejaría en las proximidades del Puerto, donde habíamos dejado el auto. Para esto ya eran la una de la madrugada, después de esperar mas de media hora, llego el colectivo, imaginen la escena, Vane y yo en bikini, ambas 120 de busto, nos dejamos el salvavidas puesto porque muestras mallas eran súper diminutas y teníamos los pechos casi al aire, subimos al colectivo y le dijimos que habíamos tenido un accidente y teníamos el auto en el Puerto de Tigre. El conductor sin dejar de mirarnos pensando seguramente que le estaban haciendo una cámara oculta, accedió a llevarnos sin siquiera cobrarnos el boleto.
Nos sentamos en el fondo del vehiculo ante la mirada atónita de todo el pasaje, principalmente hombres que se dirigían o volvían de sus trabajos, eso lo deduzco ahora por la ropa que traían.
Por fin llegamos a la playa de estacionamiento, retiramos el auto ante el asombro del sereno y raudamente partimos para Belgrano.
Llegamos a casa, creo que eran como las 3 de la madrugada, ya le habíamos avisado por celular a Pablo desde Villa la Ñata que estábamos bien, y que habíamos tenido un percance.
Cuando abrió la puerta y nos vio en bikini, Pablo no esbozo palabra, Enrique tomo a Vane del brazo y le dijo –“Vanesa, no tenes vergüenza, en casa hablamos”-
Pablo me dijo –“vamos a dormir, mañana me explicas”-
A la mañana siguiente me despertó con unos mates y matándose de risa me pregunta –“¿¡que te paso ayer!?”- yo pesaba que quería matarme, y el se lo tomo a risa, le inventé una mentira piadosa, y quedamos mejor que antes.

El casi explícito consentimiento de Pablo a todo lo que yo hacia, lo relativamente fácil con que me había hecho de 500 pesos y la necesidad de manejar mi dinero en forma libre, me llevaron a realizar un emprendimiento comercial con mi cuerpo.
Gracias a los avales financieros de Pablo, logré alquilar un hermoso departamento en pleno centro, a metros de Carlos Pellegrini y Marcelo T.de Alvear.
Lo convencí a Pablo para que me ayude a alquilar el departamento con el argumento de que, con Giselle, nos íbamos a poner un negocio de venta de ropa de primera marca traída de Europa, por un piloto de Aerolíneas, amigo de ella.
Giselle es una amiga que conocí en los castings, es hermana de una famosa modelo, muy reconocida en el ambiente artístico, solo que Giselle no tubo la misma suerte que la hermana a pesar de que es muy bella y elegante.
Es como que una parte de las chicas que en algún momento pretendimos ingresar en el mundo del modelaje, y no tuvimos el talento o la suerte de mantenernos, caemos en esto, para poder seguir sosteniendo ese modo de vida glamoroso y efímero que nos caracteriza. Y cuando digo “esto” sabrán sin eufemismos que me refiero a vender nuestro cuerpo, y digo vender nuestro cuerpo para no decir prostituirnos que suena en mis oídos como una palabra prohibida y sucia.
Una vez instalado el departamento, subimos nuestras fotos a una página de Internet que ofrecía servicios de “escorts”. Con el asesoramiento de Vane que ya llevaba un par de años en el negocio.
Contratamos el mejor y más prestigioso sitio en la Web, donde las modelos que se ofrecían manejaban aranceles de más del doble que el resto. Obviamente los físicos y la jerarquía de las chicas de este sitio era superior al de cualquier otro, por ende los clientes eran de mayor poder adquisitivo y mas selectos.
Comenzamos trabajando de 10 de la mañana a 7 de la tarde, las horas de mayor afluencia de visitantes siempre fue entre las 12 y las 15 horas, nos manejábamos con una clientela compuesta por hombres de entre 30 y 50 años, generalmente de gran poder adquisitivo, empleados de mesas de dinero, ejecutivos, chicos bien bastante tímidos y un sin fin de personajes sedientos de sexo.
Entre Giselle y yo atendíamos un promedio de 5 personas por día, lo que nos permitía juntar en dos días la cuota del alquiler. No teníamos problemas entre ambas ya que los clientes que venían traían un estado de excitación tal que les daba lo mismo estar con una o con otra.
El dinero que juntamos en los dos primeros meses me permitió realizarme dos cirugías estéticas para embellecer aun más mi cuerpo. Me realice un retoque en la nariz, que me obsesionaba desde chica y me saque una pequeña acumulación adiposa sobre las caderas que realzó mucho más mi cintura y mi cola.
Durante el mes que estuve inactiva, Giselle se hizo cargo del negocio, y cuando ella aumento el tamaño de sus pechos a 120 yo hice lo mismo, me empaché de sexo ese mes.
Lo desagradable de esta profesión es que una no sabe con que se va a encontrar cuando recibe al cliente, puede ser un gordo, feo, desalineado, quizás no muy bien higienizado. Pero una tiene que hacer de tripas corazón y hacerlo sentir un rey, generalmente estos hombres, en su mayoría son eyaculadores precoses, así que en menos de quince minutos una los reduce totalmente, después te cuentan la su vida, sus problemas, nos usan de psicólogas, en definitiva quince minutos de sexo y cuarenta y cinco para escucharlos, casi una sesión de psicoterapia.
Nos manejábamos en ese horario, porque trabajar después de las 19 horas implicaba un riesgo mayor, de noche en general los que buscan sexo, están drogados o andan en cosas raras, nuestra clientela era de hombres casados, con familia, cierto estatus social que buscaban una buena atención y discreción sobretodo.
Hasta mediados del 2001 trabajamos de maravilla, con el dinero juntado de compre un a coupe Honda del Sol modelo 97 que era un espectáculo verla.
Después de los episodios de diciembre del 2001, prácticamente no trabajamos, al intentar renovar el contrato de alquiler del departamento, nos informaron que el dueño había decidido venderlo.
Pablo cerró el local de venta de autos, uno de los gimnasios, y el local de ropa, el otro lo sostuvo a duras penas gracias a ser propietario del inmueble.
Casi a fines del 2002 nos habíamos gastado todos mis ahorros, mis dos hermanos menores que estaban radicados en España, convencieron a Carlos, el mayor, para que fuera con ellos. Los negocios de Pablo iban de mal en peor, tuve que vender el auto que tanto me gustaba, y sin el departamento me costaba muchísimo salir con algún cliente.
Vane que había roto su relación con Enrique y estaba pasando algo similar a lo mío.
Me llamó en marzo del 2003 para ofrecerme que la acompañara a Méjico, a un Club Nocturno que solicitaba “bailarinas”
Fuimos con Vane y Giselle a una oficina en Puerto Madero, nos observaron, nos leyeron el contrato, parecía algo lógico y muy bien remunerado, pero insistí en que antes de firmarlo lo haría leer por un abogado.
Esa misma tarde llamé a Eduardo, un afamado abogado con amplia experiencia en comercio exterior, Eduardo había sido un asiduo concurrente a nuestro departamento y teníamos como una especie de amistad.
Nos atendió inmediatamente, leyó el contrato, corrigió un par de cláusulas y dijo que si lo aceptaban de esa forma, no dudemos en firmarlo.
Volvimos a Puerto Madero, firmamos el contrato, nos mandaron a una institución Medica para hacernos una revisación integral que incluía el análisis de HIV y al recibir los resultados estaríamos listas para salir con destino a Méjico.
Transcurridos 20 días, nos citan, nos dan una inducción con una doctora especialista en infectología, donde nos explican como cuidarnos de las infecciones de transmisión sexual, los riesgos de las distintas practicas sexuales, el manejo con las personas en Méjico y un sin fin de observaciones que jamás se nos hubieran ocurrido.
Pablo ya estaba sobre aviso, el tenia mi versión de que iba a trabajar como bailarina, lo nuestro siempre fue muy superfluo, pero gracias a eso seguimos juntos desde hace casi 10 años.
El día del viaje Pablo nos llevó a las chicas y a mí a Ezeiza, en ese mismo vuelo con el mismo destino nos encontramos con 12 chicas más, y finalmente abordamos el avión con destino Méjico DF.
Luego de los correspondientes tramites en la oficina de migraciones una van nos esperaba y nos trasladaron a todas a una oficina en pleno centro de la ciudad de Méjico.
En ese destino nos atendió un amable señor de unos 45 años aproximadamente, un típico mejicano adinerado como los de las novelas de la tarde, y luego de una detenida observación nos indicó cuales serian nuestros destinos finales, Vane, Giselle y yo le pedimos que tratara de no separarnos ya que teníamos una amistad de años.
Tomando en cuenta nuestro pedido no nos separó y junto con 6 chicas más salimos con destino a Cancún.
Recorrimos en un micro de línea los 1700 kilómetros que separan de Distrito Federal de Cancún, el viaje si bien fue bastante cómodo nos llevo casi dos días, cuando llegamos al departamento en que viviríamos las 9 chicas, habíamos perdido la noción del tiempo, y lo mas terrible era que a la siguiente noche ya debíamos bailar en La Boom, esta Disco era una del las mas famosas de Cancún, pasaban por ella miles de turistas extranjeros y mejicanos, presentaron artistas de renombre internacional como Eminem, Dr. Dre, el jurado de DJ mas famoso de Europa, Jules y Paúl Van Dyk, era la meca de la Joda.
Mientras nosotras vivíamos poco menos que hacinadas en un departamentito de 3 ambientes, con un solo baño para las 9, otra Argentina que conocimos en otra disco nos dijo, -“no se quejen chicas podría haber sido peor”- El departamento estaba ubicado en las afueras de Playa del Carmen, durante la mañana dormíamos hasta las 11, después comíamos algo y por la tarde playa, eso fue durante las dos primeras semanas, después algunas comenzamos a ahorrar.
Mi primer presentación fue el primer día que pisé La Boom, después de varearme desde la 1 de la mañana, a eso de las 3 me llaman para hacer una especie de bikini open, me moría de los nervios, otra Argentina bastante mas experimentada me dijo, -“ mantene la mirada perdida, no mires al publico y dejate llevar por la música, si podes sacate todo”-
Cuando se refería a sacate todo era quedarme como vine al mundo delante de mil o dos mil personas. Y me tocó salir, hice lo que ella me había indicado, trate de danzar al ritmo de la música y como el Reageton tenia compases parecidos a los de la danza árabe los fui incluyendo en la coreografía, al compás de la música que parecía no terminar nunca, me fui quitando la poca ropa que traía puesta, muy pronto quede en tanga y un diminuto corpiño que apenas sostenía mis 120 centímetros de lolas.
Concentrada en todo momento, seguí quitándome el corpiño y cuando lo tire a un costado el salón estalló en una ovación e inmediatamente comenzaron a llover billetes de entre 5 y 10 dólares, desde el costado me gritaba una chica, -“soltate las lolas y junta la plata, es para que les muestres las tetas”- con desconfianza comencé ajuntar los billetes mientras mis dos tetas se bamboleaban de un lado a otro, los de la primer fila no dejaban de tirar billetes, lo mas curioso de todo es que nos se pueden acercar al escenario, ya que una barra los separa a una distancia de un metro, y hay dos gorilas guarda espaldas que tienen orden de golpear a quien intente pasarse de la barra.
La cuestión es que recogí un montón de billetes, cuando salía del escenario uno de los asistentes se me acerca, yo pensé que era para pedirme el dinero, pero no me dijo, -“quédatelo, lo que arrojan al escenario es de la que esta haciendo el show”- cuando conté la plata eran como 500 dólares en billetes de 5 y 10 dólares, sin contar el dinero mejicano y algunos billetes que no tuve tiempo de levantar.
Nuestros días trascurrían así, entre la paga del Club y lo que recaudábamos durante el show hacíamos unos 1500 dólares diarios.
El primer mes le giré a Pablo 15000 Dólares y me quedé con mas de 7000 para mis gastos, a todo esto mi baile se había hecho famoso y noche tras noche me invitaban un sin numero de habitúes tanto locales como turistas para que les baile en privado.
Tres Yankees una noche después del show me ofrecieron 5000 dólares para que termine la noche con los 3, estaba en mi día de debilidad y acepté, fuimos al Resort mas lujoso que jamás había visto en mi vida, comencé con el baile y a los dos minutos me desnudaron y se inició la orgía, que les puedo contar que no hayan visto en una película triple x, en un momento me penetraron uno por la vagina, el otro por la cola y el tercero por la boca, lo que mas me costó fue hacerles poner el preservativo, los muy salvajes pretendían tener sexo sin condón, y justamente lo que mas nos había recalcado la infectologa en Buenos Aires era lo de protegerse durante las relaciones sexuales.
Después de tres horas de alcohol, drogas y sexo, me duché tomé mis cosas, mis 5000 dólares y me marche en un auto de alquiler al departamento, por suerte no me tente ni con la bebida ni con la cocaína, había dado un gran paso.
A los cuatro meses, ya era la Argentina mas famosa de la noche de Cancún, un apuesto señor, Gerente financiero de la cadena de Hoteles (mejor no lo digo) me invitó a su Hotel, y puso a mi disposición una habitación de lujo, todo sin cargo a cambio de mis favores sexuales muy de tanto en tanto.
Por un momento pensé en las chicas, mas que nada en Vane y Gise, pero era tan confortable vivir en el hotel que no tarde en dejar de sentir culpa.
Mi show para ese entonces era separado del resto de las chicas y formaba un bloque a parte, lo que significo un mayor ingreso para mí.
Justo para diciembre del 2003 se vencía mi permiso de estadía y mientras gestionaban mi radicación en Méjico, me vine dos meses a Buenos Aires.
Traje tanto dinero que alquilé un chalet en Pinamar toda la temporada para que Pablo y mis padres pasaran el verano, yo a mediados de enero regresé a Méjico, seguí con mi trabajo y girando dólares a la Argentina, con ese dinero Pablo pudo reabrir los gimnasios, el local de ropa, y compramos 6 taxis.
Así trabajé hasta octubre del 2005 en que el temporal Wilma arraso Cancún y destrozó prácticamente toda La Boon, es el día de hoy que todavía no la han reconstruido.
Después de semejante tragedia decidí regresar definitivamente a Buenos Aires y poner en marcha los negocios con Pablo dado que la economía Argentina comenzaba a dar señales más que positivas.
En febrero del 2006 por compromiso con amigos estuve dos meses en Méjico nuevamente donde hice varias presentaciones en Coco Bongo y The City, esa corta estadía termino por convencerme de que debía volver a Buenos Aires.
Pablo durante mi ausencia cuido de nuestro patrimonio y se encargó de las finanzas, a mi regreso ya teníamos 10 taxis trabajando y éramos propietarios de los tres locales.
Hace un año cuando cumplí 32 Pablo me regaló una camioneta Honda, que es la que uso continuamente, solo por compromisos viajo dos veces por año a Méjico y dos a Chile, el resto de mi tiempo lo paso con mis amigos en Buenos Aires.
Como soy una mujer inquieta, las leoninas somos hiper kineticas, este año intenté nuevamente hacerme de unos pesos para mis gastos y publique unas fotos en Internet.
Ya no se trataba de traer a nadie a mi departamento, sino de ir al encuentro de mis clientes, hoy por hoy los hombres que buscan acompañantes, (me cuesta horrores decir prostitutas, prefiero decir putas) prefieren chicas con departamento, a muchos les incomoda tener que ingresar al un hotel, por eso pensé que seria un trabajo liviano de no mas de un cliente o dos por día.
El primer día que salio mi foto en la pagina, en la cual no mostraba mi cara, recibo ciento de llamados, al final concreto una salida con un joven al que fui a buscar hasta la zona de San Isidro.
Nos encontramos en una estación de servicio, en la cercanía de donde el tiene su fabrica, subió a mi camioneta y de allí nos fuimos a un hotel a unas pocas cuadras del lugar.
Este muchachito, acusaba tener 31 años, la imagen que me dio era de una hombre de mas de 40, canoso, grandote, de pocas palabras, una vez dentro de la habitación del hotel, le costó sacarse la ropa, no bien quedó desnudo atenuó las luces, me dio la impresión que tenia algún conflicto con su cuerpo.
Se acostó de espalda, boca arriba sobre la cama, comencé a succionar su pene, que bastante flácido se encontraba, y antes de que tome una erección adecuada, me pidió que parara ya que lo estaba por hacer eyacular. Esperamos unos minutos y volví a la acción, le coloqué un preservativo, y suavemente me senté sobre su pene mientras me lo introducía en mi vagina de a poco, en menos de dos minutos el muchacho había eyaculado. Para que se sintiera bien, comencé a mimarlo, y haciéndole caricias conversamos un rato, tan corto fue el acto sexual que Matías, que había traído una notbook, se conectó a Internet y comenzó a chatear en una red de consumidores de sexo pago, (prostitución) y comenzó a contarle a sus colegas del Chat el pedazo de mujer que se había comido, textuales palabras, además dio datos de mi publicación y teléfono de contacto.
En ese primer momento me causó gracia, y hasta me gustó que me hiciera propaganda, lo que no me imaginaba era que iban a saturar mi línea de celular con los llamados, es mas tuve que tener desconectado el teléfono por un lapso de diez días.
Este chico era un pequeño empresario de la construcción y no tenia reparos en cuanto a gastos con mujeres se refería, a los pocos días me regaló un teléfono celular de los mas caros, para poderme contactar cuando el quisiera.
Su vida era bastante convulsionada, estaba casado con una mujer 10 años mayor que el y tenia 5 hijos, 2 de la esposa y 3 de el, evidentemente el sexo lo enfermaba y no era para nada bueno como amante, intentaba tapar su problema de eyaculación precoz saliendo con cuanta prostituta se le cruzara por el camino.
Por momentos me causaba pena, era de buena madera el chico, tenia un problema que la mayoría de los hombres tiene y no sabe solucionar, o no saben como pedir ayuda.
No me animaba a mencionarle nada ya que temía que cualquier insinuación que le hiciera lo lastimara, llegamos a salir hasta dos veces por semana, ya al final me daba vergüenza cuando sacaba el dinero para pagarme.
Se había generado con este cliente una especie de relación enfermiza, llegó a mandarme mas de 20 mensajes de texto por día, se comunicó con la pagina de Internet en la que yo publicaba y armó tal escándalo que terminaron por pedirme que no publique mas.
Siempre fui muy confiada, pero esta vez las cosas pasaron a mayores, con el numero de matricula de mi camioneta, averiguo la dirección de mi casa, a pesar de que no tengo bienes a nombre mío, como le había contado que vivía en pareja con Pablo, y mencione su nombre varias veces, obtuvo fácilmente mi dirección y teléfono particular, hasta que un día me esperó a que saliera y prácticamente me obligó a subir a su auto.
Le pedí que por favor no armara ningún escándalo, que respete mis tiempos, que estaba ocupada, me dijo de todo,-“ seguro que vas a encamar con alguno, no te dije que te pagaba lo que sacabas por mes”- pretendía una exclusividad que no le había dado ni a Pablo.
Paralelamente, a los tres días de conocer a Mati, recibo un llamado de alguien que hacia referencia a mi publicación en la red, su vos me resultó tan agradable que accedí a encontrarme con esta persona, me dio sus datos y quedamos en que lo pasaba a buscar por un Bar en Palermo.
Durante el viaje, pensaba –“será otro Mati, quizás sea un gordo feo, o sucio”- son estas cosas que tiene esta profesión, después de haber regresado de Méjico era el segundo encuentro que tenia.
Cuando llego a la puerta del Bar, lo llamo por celular para avisarle que estaba en la calle, de pronto veo salir un tipo muy bien vestido de sport, apuesto y muy bien arreglado, que se dirige hacia mi vehiculo. Traía puesto un pantalón de corderoy negro, una camisa gris de raso y un cardigan de hilo color negro, el cinturón hacia juego con sus zapatos, el cabello perfectamente arreglado, y el celular en la mano.
Pensé en un instante “¿será mi cliente?” Cuando acercó la mano a la puerta de la camioneta, pude darme cuenta que se trataba de mi cliente, y que buen perfume traía.
Nos presentamos rápidamente, le pregunté donde podíamos ir, y con mucha soltura me indicó un hotel en Núñez, mientras manejaba sentía como sus ojos me recorrían de arriba abajo, y no podía creer lo elegante que estaba este cliente, sentí que iba ser un trabajo con gusto.
Una vez en el cuarto del hotel, me pidió que lo dejara desvestirme, a lo que accedí inmediatamente, suavemente y con una clase pocas veces vista me dejó en tanga y corpiño, sus manos suaves recorrían mi cuerpo mientras el quitaba su ropa.
No hacia mas que ponderar mis atributos naturales que estaban a la vista, no bien quedó desnudo, pude observar su cuidado cuerpo, no tenia un gramo de mas, sin ser atlético tenia bien marcados sus músculos, y un bronceado poco habitual para esa época del año.
Me pidió que lo esperara mientras tomaba un baño, ya que venia del trabajo y quería higienizarse antes de empezar la acción, mientras se duchaba lo observaba a trabes de las mamparas de la ducha.
Había tenido suerte, por lo menos me gustaba el aspecto físico de este hombre, parecía tener unos 45 o 46 años, y una imagen bien cuidada, esto provocó en mi cierta tranquilidad para realizar mi trabajo.
Después del baño se acostó a mi lado, y a pesar de que estaba recién bañado seguía manteniendo ese perfume que me había cautivado desde que subió a la camioneta.
Primero me dejo a mi para que tome la iniciativa, comencé a succionarle el pene que ya estaba con una erección increíble, mientras el acariciaba y succionaba mis pechos, (lo que todos hacen, no se pueden resistir a 120 de lolas naturales).
Muy suave y tímidamente lo fui acariciando y besando, mientras el hacia lo mismo con migo, le coloque un preservativo y me deje penetrar, muy suavemente se fue introduciendo en mi.
Hasta estos momentos yo dominaba la situación, mientras el relajado se entregaba a mis encantos, de pronto con un movimiento magistral me coloco debajo, boca arriba y el sobre mi, en ese momento comenzó con unos empellones suaves y profundos, a un ritmo sostenido, pensé que estaba pronto a eyacular, y como estaba gozando como loca me dejé llevar y llegué al orgasmo.
El se dio cuenta, y fue regulando el ritmo hasta llevarme al paraíso, bien lejos de eyacular me puso boca abajo, y siguió con su tremenda penetración, estaba anonadada, era la primera vez que con un cliente casual experimentaba estas sensaciones.
El tipo sabía que yo estaba caliente, tenia mucha experiencia en estos menesteres, me pidió que le entregué la cola, no lo dude ni un momento, le colocamos un gel que siempre llevo en mi cartera, y me penetro de tal manera que me hizo recordar a Sergio.
Me transportó a esa primera vez que había sido penetrada por la cola.
El trato era por una hora, ya llevábamos casi una hora y media, pero era tal mi placer que me deje llevar, pocas veces un cliente me atendía tan bien.
Cuando se cansó de hacerme lo que quiso, eyaculó sobre mis pechos y pude sentir el calor de esa leche derramándose en mí, y nuevamente tuve un orgasmo.
Se volvió a duchar, y al salir del baño tomó su billetera y me preguntó cuanto me debía,
le dije que la había pasado tan bien que me daba vergüenza cobrarle, y que el conocía mi tarifa, saco el dinero y lo colocó dentro de mi cartera.
Me dio su teléfono personal y lo acerqué hasta donde tenía su auto. Mientras volvía para encontrarme con Giselle, no hacia mas que pensar en Mauricio, con un par de clientes así, se acabarían mis problemas, además me recordaba tanto a Sergio, ¡y lo bien que hace el amor!
Pero nada es perfecto, párese ser que Matías y Mauricio, integraban esa red de Chat e intercambiaban experiencias.
Al día siguiente de estar con Mauricio, me llama desesperado Matías y me recomienda que no me meta con ese viejo pervertido de Mauro, ya que me iba a meter en problemas. No obstante esa misma tarde llame a Mauricio por el celular y me atendió muy cordialmente, era un caballero, -“¿así que te haces Lamar Mauro?” Le pregunto, y me contesta, “-por lo que veo estuviste hablando con Mati, hoy me interrogó por el Chat”-
Le vuelvo a preguntar –“¿y que te preguntó?”, me contesta- “quería saber con lujo de detalles todo lo que te había hecho”- después de charlar unos minutos no pude contenerme y le pregunté –“¿Cuándo nos volvemos a ver?”- -“cuando quieras me respondió”- y acordamos en encontrarnos a los pocos días para almorzar juntos.
Se apareció, tan bien vestido que parecía un actor de cine, una impecable camisa negra, unos Jeans ajustados, y un saco color tiza, que era imposible no mirarlo, ¡y ese perfume!
Fuimos a almorzar a un lugar escondido y muy intimo en la zona de Devoto, me la pase observando la forma en que comía, con que clase levantaba la copa, lo bien cuidada que tenía las manos.
Hablamos de nuestras vidas, entre mentiras y verdades le conté mi historia y el me contó la suya. Allí pude enterarme de era soltero, que vivía solo y que tenia una pequeña empresa metalúrgica.
Por unos momentos me sentí como enamorada, le hice saber lo bien que la había pasado con el, que me atraía como hombre y que era un placer estar a su lado.
Las 3 horas y media que estuvimos en el Restaurante transcurrieron como 3 minutos, cuando nos quisimos acordar, tuvimos que volver a nuestra actividad habitual, no sin antes prometernos otro encuentro en privado.
Mientras tanto Matías, me volvía loca con los llamados y mensajes te texto al celular,
estaba como loco cuando se enteró que Mauricio y yo habíamos estado almorzando juntos, tal es así que le pedí a Mauricio que no habláramos de lo nuestro con Mati.
Volvimos a encontrarnos con Mauricio y tuvimos una noche de sexo de antología, que me la reservo para mí, no la voy a contar.
Mauricio estuvo de viaje un par de semanas, mientras tanto yo seguía viendo a Matías casi día por medio, me tenia cansada, pero me gustan estas relaciones tortuosas, y mas si me dejan dinero y me hacen regalos.
Matías se ponía como loco cuando le hablaba de su amigo virtual, me gustaba ponerlo nervioso y que demuestre su interés en mi. Mati me advertía, me decía que era demasiado peligroso para mí relacionarme con Mauricio, decía que todos los que integraban esa red virtual de consumidores de prostitución eran unos pervertidos, y que me iba a meter en un gran lío con mi pareja.
Como gozaba cuando Mati se ponía celoso, el muy tonto pretendía que le fuera fiel, y yo mas cosas le contaba de Mauricio, tal fue su desesperación, que lo contactó a y lo citó para conversar, Matías daba una imagen de muchacho bueno pero en realidad no se para donde disparaba su mente ni que tipo de relación quería mantener con migo.
En conversaciones telefónicas que tuve con Mauricio, me contó que se había encontrado con Matías, que le había parecido un buen pibe, esas fueron las palabras que uso, yo le advertí que tuviera cuidado ya que era muy posesivo y fantasioso.
Me gustaba jugar con este dúo, uno sin experiencia que ni me atraía, y otro con mucha experiencia y con quien disfrutaba de su compañía. Siempre fui una mujer ambigua, no se estar en paz, ni mucho menos tener relaciones formales.
Mauricio poco a poco se metía en mi juego, los volvía locos, cuando me llamaban, no los atendía, cuando dejaban de llamarme, les enviaba mensajes de texto diciéndole que los extrañaba, cuando querían verme buscaba excusas para no encontrarnos, de pronto los citaba para verlos de urgencia y los hacia esperar dos horas antes de que nos encontremos. No se porque esta especie de juego, pero me resultaba de lo mas excitante, tenia a dos hombres a mi disposición en el momento en que yo lo deseara.
Mauricio, que era un tipo muy experimentado, divorciado, vivía solo y tenias mas noches que la luna, descubrió mi juego, pero igual me seguía buscando, por momentos lo noté como un poco paternalista, como queriéndome guiar, quien sabe a que. Matías en cambio, era un enfermo, me perseguía y acosaba con llamados telefónicos o mensajes de texto, me reprochaba cuando se enteraba que hablaba con Mauricio, solo buscaba tener sexo, y era bastante malo en la cama.
Con Mauricio no habíamos tenido sexo en los tres últimos meses, y en realidad me volvía loca la idea de que nos tomáramos unos momentos para descargar mis mas bajos instintos sexuales, pero no me atrevía a pedírselo directamente ya que desde los últimos encuentros me venia diciendo que su interés con migo era netamente de amistad.
Lo notaba como distante y queriéndose apartar de Matías, si bien no se habían vuelto a ver, Matías lo llamaba por teléfono reiteradamente, preguntándole por noticias mías.
Ambos eran de lo mas confidentes con migo, por eso me entraba de todo, y sacaba partido en cada conversación que tenia con ellos, a veces me conformo pensando en que soy una mujer de códigos, que hubiera podido extorsionarlos o llevarlos a alguna trampa, en mi propio beneficio, y no lo hice. Solamente me divierto viendo como los tengo a mis pies.
Hoy cumplo 33 años, esta mañana Mauricio me mandó un espectacular ramo de rosas rojas, que como sabrán recibió Pablo, con una carta de despedida. En ella me cuenta que se despide para dejarme ser una mujer libre, me agradece los momentos vividos, dice que me recordara siempre, y que aun no descifró el mensaje que veía en mi misteriosa y dulce mirada.
Estoy mal humorada, nadie se despide de mi así, y menos por carta, le voy a contar detalle por detalle a Mati, no quiero sufrir sola, quiero que el lo comparta con migo.
Mauricio pasará a ser parte de mi pasado, en parte es mejor que no nos veamos mas, hubo momentos en los que pensé que me estaba enamorando, con Mati va a ser distinto, a el lo puedo manejar mejor, su inexperiencia me va a permitir que haga y deshaga a mi antojo.
La próxima semana viajo a Chile, Gisela consiguió un departamento y una publicación en una pagina web y vamos a ver si nos podemos hacer de algunos dólares, mi intención es quedarme no más de un mes.
Desde que llegamos a Chile recibo no menos de diez llamados por día de de Mati, Gise y Vane se burlan continuamente quizás un poco celosas.
No le voy a contar como nos esta yendo en Chile, se lo imaginaran, nos acostamos a las 3 de la mañana y nos levantamos a las 12 del medio día, no bien junte cuatro mil dólares hago las valijas y me vuelvo a casa.
La tentación es grande un empresario Chileno me ofreció hacer un viaje a la Isla de Pascua, calculo que me tomaré unos días y luego me vuelvo.
Así transcurrió mi vida hasta que regresé a Buenos Aires a principios de Diciembre, mi intención era pasar las fiestas en familia.
En el mes de Enero viajé a Córdoba con la finalidad de descansar (mas) y acompañar a mi amiga Pamela, que contrae matrimonio.
Con Pamela nos habíamos conocido durante los castings en las productoras de televisión, y desde allí habíamos entablado una gran amistad.
Ella tuvo la suerte de quedar seleccionada para un reality, y dada su gran belleza se hizo popular rápidamente, bien asesorada y con un par de buenos contratos, su imagen invadió los medios de comunicación masivos y su popularidad la lanzó a la fama.
Tal es así que comenzó a noviar con un Jugador de Polo de muy buen pasar económico, abandonó la “movida nocturna” y ahora es toda una señora.
Cuando regresé en Febrero, me di cuenta que me había gastado una fortuna durante mi estadía en Córdoba, y decidí viajar a México. En el ínterin de mi viaje Mati me llamó un millón de veces no bien se enteró que había regresado, una tarde lo invité a casa a tomar unos mates, es como que me ganó por cansancio.
A partir de allí entablamos con el una relación casi enfermiza, deje de cambiar sexo por dinero, no le cobré mas un solo peso, y casi fue como ponerme de novio, obvio que cuando algún amigote me llamaba para solicitar mis servicios Mati pasaba a otro plano.
Un día llegué a presentarle a Pablo, hay veces que hago cosas que me asombran, pienso que si no siento esa adrenalina correr por mi cuerpo no puedo vivir.
Al final después de muchas idas y vueltas viajé con Vane a México, esta vez no nos fue tan bien, el dueño de la disco donde solíamos trabajar había vendido el local, otros contactos terminaron presos, y la cosa en Cancún no ofrecía un buen panorama.
Alquilamos un departamento en el Distrito Federal, publicamos nuestras fotos en una página de Internet y comenzamos a trabajar.
Todo transcurría de forma normal, ya llevábamos un mes trabajando, recuerdo que el día anterior había hecho un deposito en mi cuenta bancaria de siete mil dólares, Vane se quedó con su dinero porque quería hacer unas compras antes de regresar a Buenos Aires.
Ya teníamos día y hora de regreso, la cuestión fue que ese miércoles salimos a comprar algo para almorzar, como casi siempre, y a pocos metros de la entrada del edificio, desde dentro de una camioneta furgón negra salieron cuatro efectivos de la AFI (Agencia Federal de Investigaciones) y en un segundo nos metieron dentro del furgón.
Nos esposaron y comenzaron con todo tipo de insultos, amenazaron con abrirnos una causa penal, continuamente nos decían que nos íbamos a pudrir en una cárcel.
No se bien cuanto duró esa tortura, por suerte la policía de México es tan corrupta o mas que cualquiera de Latinoamérica, nos pidieron dinero a cambio de dejarnos en libertad.
Fue así que nos llevaron hasta en departamento revolvieron todo en busca de dinero, mientras tanto nos tenían esposadas desnudas. Se llevaron dos mil dólares míos y siete de Vane, mi laptop y los perfumes de ambas, dejaron el departamento hecho un desastre, como si hubiera pasado un huracán.
Lo peor fue que todos nos violaron, mientras nos penetraban por todos lados les decíamos que no fueran tan violentos que nos dejábamos hacer cualquier cosa, pero igual nos trataban violentamente y nos pegaban ante cualquier situación que ellos consideraban una resistencia.
Esa pesadilla duro una eternidad, jamás nos había pasado algo así, cuando se fueron, nos amenazaron diciendo que si al otro día estábamos todavía allí la cosa iba a ser peor.
Ordenamos como pudimos el departamento, por suerte no se llevaron los pasaportes ni las tarjetas de crédito, esa misma tarde llamé a la aerolínea para cambiar los pasajes para ese mismo día. Por suerte previo pago de una multa nos ubicaron en un vuelo que salía a las 23 horas haciendo varias escalas, no nos importó, lo único que queríamos era salir de México lo mas rápido posible.
Cuando llegué a Buenos Aires, volví a publicar en una pagina web ofreciendo mis servicios de escort, Mati se vino a casa como loco, el quería que dejara esta hermosa profesión. Le conté lo que nos había pasado en México, y que tenía que hacerme de un poco de dinero para pagar las cuentas de la tarjeta de crédito.
Al otro día se apareció en casa con cinco mil pesos, no quise aceptarlos, me los dejó sobre la mesa y se fue.
Inmediatamente llamó a la administradora de la pagina web y retiró mis fotos, me rogó, me imploró, que dejara de prostituirme, me pidió por favor que intente una nueva vida, que el estaba dispuesto a dejar todo y rehacer su vida con migo.
Por un momento me enterneció, tengo el si fácil, de todos modos le pedí un tiempo para pensar, pero el estaba de lo mas entusiasmado.
Para pensarlo de a dos, Maxi programó un viaje de dos días a un lugar paradisíaco en Ushuaia, no pude decirle que no, tuve miedo de lastimarlo, aun sabiendo que cuanto mas tiempo pasara a su lado mas lo lastimaría. Continuará…….